Cooperación Delegada NICARAGUA – PISASH

El Programa Integral Sectorial de Agua y Saneamiento Humano (PISASH) de Nicaragua ha contribuido a superar los problemas estructurales del sector y las deficiencias históricas en la cobertura de los servicios, permitiendo la ampliación de los servicios de agua potable, alcantarillado sanitario y tratamiento de aguas residuales en 19 ciudades, así como la mejora de las capacidades para la operación, el mantenimiento y la gestión integral del recurso hídrico. La gran transformación lograda por el PISASH ha sido posible gracias a la confluencia de los esfuerzos de diferentes organismos. El origen del mismo se sitúa en la iniciativa del Fondo del Agua que, entre 2009 y 2019, destinó 60 millones de euros en total (dividido en tres programas: NIC-013-B, NIC-014-B y NIC-056-M).

Fue durante la preparación de estas intervenciones cuando se constató la necesidad de implementar una acción de impacto a largo plazo para solventar los problemas de operación y cobertura, así como los condicionantes estructurales que los limitaban. En 2012, la UE se sumó a la iniciativa con una donación de 50 millones de euros promovida a través de su iniciativa LAIF, y ejecutada a través de la AECID.

A estos recursos se incorporaron después el programa de conversión de Deuda España- Nicaragua (3,79 millones), el gobierno de Nicaragua (7,44 millones) y otros financiadores menores (1,17 millones de euros). Finalmente, el presupuesto sumó nuevos recursos por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Europeo de Inversión (BEI), el Gobierno de Nicaragua y la Cooperación Alemana (GIZ), logrando un presupuesto total final de 320,9 millones de euros.

En conjunto, el programa ha beneficiado a un total de 575.556 personas. Casi la totalidad de ellas han visto mejorado su servicio de agua potable, y 243.858 su servicio de saneamiento; además, las ciudades cuentan ahora con unas instalaciones que han sido diseñadas pensando en el posible crecimiento poblacional para las próximas cuatro décadas.

Según las encuestas realizadas en 11 de las ciudades intervenidas, el PISASH está contribuyendo al bienestar de las familias y ha mejorado sustancialmente la situación de las mujeres (más tiempo libre para realizar actividades económicas; percepción de mayor seguridad al disponer de baños en las viviendas y participación en las actividades realizadas). Asimismo, el programa ha contribuido a mejorar el entorno, incluso aunque no estaba explícitamente entre los objetivos. Así, se ha apostado por el uso de fuentes superficiales –frente a la explotación tradicional de fuentes subterráneas; y las aguas residuales son ahora correctamente tratadas gracias a la construcción de 13 nuevas Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, destacando entre ellas las de las ciudades de Bilwi (con fondos LAIF), o las de Acopaya y Masaya (realizadas con fondos FCAS). Esta última, en concreto, ha permitido desviar los vertidos fuera de la laguna del Parque Nacional del Volcán Masaya. En conjunto, se ha logrado generar un impacto sobre la sostenibilidad institucional en la administración y la operación técnica de los servicios de agua y saneamiento.